Un día como hoy, 20 de marzo, pero de 1856, se da uno de los
episodios más importantes de la historia costarricense, centroamericana y
latinoamericana, inicia una de las primeras derrotas del ejército invasor de
los Estados Unidos.
Un día como hoy se desarrolla la Batalla de Santa Rosa, en
la Campaña Nacional liderada por Juan Rafael Mora Porras, nuestro Juanito Mora,
el Juanito Mora del pueblo costarricense.
En esta batalla en Santa Rosa el Ejército de Costa Rica,
encabezado por su Presidente, Juan Rafael Mora Porras, derrota al ejército
mercenario de los sureños de Estados Unidos al mando de William Walker, quien
se había autoproclamado presidente de Nicaragua en 1855.
Junto con las batallas de Rivas el 11 de abril, y la batalla
llamada del Tránsito entre noviembre de 1856 y mayo de 1857, son las más
trascendentales de la historia Patria, de Centroamérica y América Latina. De
haber tenido éxito la invasión de Estados Unidos, todo Centroamérica y
posiblemente otras naciones de Nuestra América, habrían sucumbido y hoy
seríamos otras estrellas en la bandera del imperio norteamericano.
En nuestra Patria, el pueblo costarricense considera la
Campaña Nacional como una etapa muy importante y trascendental, no así la
oligarquía, el gran empresariado acostumbrado a vivir de la servidumbre, ayer a
España y hoy a a los Estados Unidos. Por eso asesinaron a Juanito Mora luego de
esta Gesta histórica, misma que consolidó una independencia recientemente
adquirida, el 13 de octubre de 1821, por las Gestas de Simón Bolívar, Antonio
José de Sucre, José de San Martín y otros grandes próceres entre 1820 y 1821.
Además, esta Gesta, fue el inicio del proceso de formación de la identidad
nacional.
No fue casualidad, ni una “aventura”, habían claros
intereses imperiales por invadir Centroamérica
En esa época, entre 1856 y 1857, intereses geopolíticos y
estratégicos de las potencias de la época, en especial de Estados Unidos, Gran
Bretaña y Francia, buscan controlar la llamada Ruta del Tránsito a través del
río San Juan, Lago de Nicaragua e istmo de Rivas, por el potencial que
representaba para la construcción de un canal interoceánico.
La política expansionista de Estados Unidos durante el siglo
XIX, (y agregaría XX y XXI), cuya economía agrícola, dependiente de la
esclavitud, busca la anexión de nuevos territorios ante el avance del
movimiento independentista de las naciones de Suramérica. Las endebles nuevas
naciones independientes de Centroamérica, cuyas oligarquías estaban
acostumbradas a ser sometidas por la potencia española, eran de fácil
manipulación para conquistar sus pueblos.
La Campaña Nacional se dividió en dos fases de desarrollo
estratégico militar: el primero entre marzo y abril de 1856, iniciando con la
Batalla de Santa Rosa (20 de marzo), en Guanacaste, el Combate de Sardinal (10
de abril), en el cantón de Sarapiquí, en Costa Rica todas y culmina con la
Batalla de Rivas (11 de abril) en Nicaragua.
Producto de la guerra y la gran cantidad de muertes, se dio
la aparición de la peste del cólera entre las filas del ejército costarricense,
esto obligó a su regreso al país tras esta batalla. La enfermedad se diseminó
por el país y costó la vida de 10.000 costarricenses, el 10% de la población
nacional de entonces.
Una vez que se supera la epidemia del cólera, Juanito Mora
inicia la segunda fase de la estrategia militar, conocida históricamente como
la Campaña del Tránsito. Esta inició en noviembre de 1856 y culminó en mayo de
1857. Esta tuvo como objetivo principal controlar la ruta del río San Juan, a
través de la cual los invasores estadounidenses recibían reabastecimiento de
suministros y hombres.
Esta segunda fase inició el 22 de noviembre con la Batalla
del puerto de San Juan del Sur, continuó con el Combate de la Trinidad (22 de
diciembre), posteriormente la toma de vapores filibusteros en el río San Juan
(23 de diciembre), los combates del Castillo Viejo (16 de febrero de 1857);
además la toma del Fuerte de San Carlos (febrero-marzo) y la isla Ometepe
(marzo-abril). Culminaría con las batallas de San Jorge (marzo-mayo) y Rivas
(abril-mayo), en esta etapa final se involucraron las otras repúblicas
centroamericanas.
La Campaña Nacional culminó con la rendición del ejército
sureño estadounidense comandado por William Walker el 1º de mayo de 1857.
Walker, después de rendirse y de ser llevado de vuelta a
Estados Unidos por el comandante de la balandra de guerra St. Mary’s Charles
Henry Davis, comienza a preparar otra expedición; en Nicaragua, lo reemplaza en
la presidencia Tomás Martínez, quien exige a Costa Rica la devolución inmediata
de Punta Castilla, Castillo Viejo y el fuerte de San Carlos, así como los
barcos incautados a los filibusteros; además, las tropas costarricenses debían
abandonar el territorio nicaragüense.
Juanito Mora, sabía de los planes de Walker y sus aliados
nicaragüeses, y ordenó que las tropas permanecieran en el San Juan para abortar
una nueva incursión del filibustero. Martínez acusó entonces a Costa Rica de
intenciones imperialistas y le declaró la guerra el 19 de octubre de 1857. Fue
Cañas el encargado de negociar, proceso que termina con la firma del Tratado
Cañas-Jerez.
A inicios de 1859, Juanito Mora Porras es reelegido para un
tercer período presidencial, pero el 14 de agosto de ese año por órdenes de la
oligarquía, los grandes empresarios de la época, fue derrocado por los
comandantes de los cuarteles de San José, el coronel Lorenzo Salazar y el mayor
Blanco. El sargento Sotero Rodríguez quien, a la tres y media de la madrugada
de aquel día se presentó intempestivamente en la casa de Juanito Mora, lo
condujo detenido al cuartel.
Posteriormente también fueron capturados el hermano de
Juanito, José Joaquín, el general Cañas, Manuel Argüello – sobrino y asesor del
presidente – y otros funcionarios. Luego los trasladaron a Puntarenas y
expulsados del país, zarparon en el vapor Guatemala hacia El Salvador. Los dos
militares golpistas fueron ascendidos al grado de general por el empresario
José María Montealegre, el nuevo presidente que pertenecía a la familia que
había estado detrás de la confabulación para terminar con el gobierno de Mora.
Juanito Mora, y su grupo de correligionarios, una vez
armados y reforzados, regresan para recuperar el poder, el gobierno usurpador
de Montealegre recibe información desde los Estados Unidos de ese intento y
prepara el ataque.
Juanito Mora es apresado en la batalla de La Angostura en
Puntarenas, el ejército recibe órdenes de no detenerlo y es fusilado en Los
Jobos, un 30 de septiembre de 1860 junto al general Ignacio Arancibia (un
chileno que se había quedado en Costa Rica que se había distinguido en la
Campaña Nacional contra los invasores estadounidenses). Tan solo días después,
Montealegre da órdenes de ejecutar
también al General Cañas que había acompañado siempre a Juanito y que podría
convertirse en un fuerte opositor posteriormente.
No olvidemos todas estas lecciones. Un invasor, el mismo que
hoy invade el planeta. Nuestro Libertador, Juanito Mora Porras, que dio su vida
por nuestra patria. Una oligarquía corrupta y parasitaria, además de servil y
sumisa ante los invasores. Un crimen, el asesinato de Juanito, Cañas por manos
y órdenes de los mismos de ayer y hoy. Un compromiso, ser verdaderamente dignos
del legado de Juanito Mora y luchar por la libertad y la justicia.
Articulo: Martín Rodrìguez Espinoza
Fuente: Periódico Libertad
Fecha: 20/03/2019